miércoles, agosto 04, 2004

Las extrañas conclusiones del hombre pato



El hombre pato desearía poder ser normal, pero no puede. Ha intentado disimularlo varias veces, pero es imposible disimular su puntiagudo pico y su torpeza. Su autentico éxito había consistido en que ya no se fijara nadie en él, en no ser objeto de las burlas de la gente, en pasar desapercibido.

A veces le gustaría poder graznar con todas sus fuerzas que está aquí, que existe. Pero lo más seguro es al llamar la atención todo el mundo se riera de él.

Tal vez lo que necesite el hombre pato es volver al campo, arriesgándose a que algún cazador le dispare mientras vuela.

Al hombre pato le gustaría poder encontrar un sitio en el que estar a gusto, quizá con más hombres y mujeres patos. Al hombre pato le gustaría que en ese sitio pudiera vivir en paz, tranquilamente, que las mujeres patos no fueran tan frías como las mujeres del mundo real, que los hombres patos no fueran violentos, que los niños no fueran tan crueles como los niños de verdad.

El hombre pato se acicala sus blancas plumas para salir a dar una vuelta por la ciudad, y sigue pensando en todo lo que le rodea. Tal vez este año si emigre y se vaya al sur, en busca de una vida mejor, o tal vez no.