jueves, mayo 05, 2005

Requiem - La habitación roja

Llego a casa con las manos vacías
y el alma encogida.
No hay cartas en el buzón,
no hay mensajes en el contestador.
La tele no funciona,
se ha estropeado el "disc-man" que te regalé.
No hay comida en la nevera,
me voy al cine a buscarte, me voy sin cenar.

La sala medio llena,
la esperanza de encontrarte medio vacía,
me siento, empieza la película,
mi tristeza se desvanece
y mis ojos deslumbrados por el rojo,
que dibuja una sonrisa de esperanza en mi cara.

Ahora estás aquí, junto a mí,
ahora estás aquí, junto a mí,
Ahora estás aquí, junto a mí.

Estoy hipnotizado como un niño
que cree que el tiempo es infinito.
¡Qué ingenuo!, la vida no es un juego.

Salgo en busca de alguien que me escuche,
en la cabina de la esquina alguien habla entusiasmado,
ojalá pudiera hacer lo mismo,
tengo tu número marcado en las yemas de mis dedos
y aún te quiero.

Ahora estás aquí, junto a mí,
ahora estás aquí, junto a mí,
Ahora estás aquí, junto a mí.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

El telefono dejo de sonar hace ya tiempo, la casa se me hace cada dia mas pequeña y el unico ruido que se escucha es el sonar del viento contra las ventanas. No me gusta la tele, nunca me gusto porque habla pero nunca contesta lo que le preguntas. Tu te parecias a ella. Muchas veces para sentirme mejor subo y bajo en el ascensor, no se, me divierte. Mi portero piensa que no estoy bien de la cabeza. Creo que tiene razon, pero no se la dare, es admitir mis errores y eso debilita a cualquiera. ¿Me estas llamando cobarde? Puede ser.

2:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No, no puede ser, lo eres. Eres un cobarde y ese es el peor error. Recuerda siempre que lo que bien se ve, no se puede ocultar con la mentira

12:30 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una ardilla saltaba sobre unos montículos, y estuvo de pronto a punto de caerse. Y para evitar la caída, se agarró a un erizo, pero sus púas le hirieron las patas, y sintiendo el dolor que ellas le producían, le dijo al erizo:
-¡ Acudí a tí por tu ayuda, y más bien me has herido !

A lo que respondió el erizo:

-¡Tu tienes la culpa, amiga, por agarrarte a mí, bien sabes lo bueno que soy para enganchar y herir a todo el mundo, y tú no eres la excepción !

¿Eres tú el erizo?

12:36 a. m.  

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