martes, septiembre 28, 2004

Filofobia - Los Piratas

Mientras
todo apagado
reconozco mas
mis partes feas,
es mi incapacidad
no puedo hablar de mí.

Siempre
había esperado
tener mucho más
de lo que he alcanzado
es mi incapacidad,
no sé ganar así,
no puedo hablar de mí.

Después será ya tarde
no puedo soportarlo y sigo,

y sigo convencido,
y sé que es por ahora,
que YA no es TARDE

dime que no....

y sigo convencido,
y sé que es de momento,
y sé que es por ahora,
que YA no es TARDE
dime que no....
dime que no....
dime que no....

y sigo convencido,
y sé que es de momento,
y sé que es por ahora,
que YA no es TARDE
dime que no....
dime que no....
dime que no....

domingo, septiembre 26, 2004

Mi nuevo novio

Ya no estoy sólo. Ahora tengo a alguien que siempre me acompaña. Es un niño de 4 años, y va siempre conmigo.
Estaba en mi cuarto, tumbado, con la mente en blanco, él se acercó muy despacio, me miró y mientras me sonreía me preguntó: ¿Qué haces con tu vida?. Me gire muy rápido para no verle más allí.
El viernes, yo estaba de pie enfrente del espejo del baño, con las manos apoyadas en el lavabo, sin pensar en nada, y desde el espejo me volvió a preguntar: ¿Qué haces con tu vida?.
Esta vez le di la mano y le saque del espejo, y ahora ya no se despega de mi. Me gusta que me acompañe a todos los sitios, ahora ya sé que nunca estaré sólo, sé que nunca me faltara compañía, porque mi extraño niño siempre irá conmigo. Los dos nos protegeremos mutuamente, y ya no necesitare a nadie más a mi lado.
Por las noches yo, le cuento historias inventadas, historias de mundos donde la gente es feliz y, generalmente todo acaba bien, y él se duerme a mi lado, yo miro como duerme porque yo ya no podré dormir en mi vida.

viernes, septiembre 24, 2004

En horas de insomnio - Unamuno



Me voy de aquí, no quiero más oírme;
de mi voz toda voz suéname a eco,
ya falta así de confesor, si peco
se me escapa el poder arrepentirme.

No hallo fuera de mí en que me afirme
nada de humano y me resulto hueco;
si esta cárcel por otra al fin no trueco
en mi vacío acabaré de hundirme.

Oh triste soledad, la del engaño
de creerse en humana compañía
moviéndose entre espejos, ermitaño.

He ido muriendo hasta llegar al día
en que espejo de espejos, soy me extraño
a mí mismo y descubro no vivía.

miércoles, septiembre 22, 2004

Diálogo

-Secuencia 1. Una habitación de noche, un restaurante poco iluminado, un banco de un parque una noche de luna llena, cualquier paisaje sirve para el momento, si queréis, un cabaret del Berlín de entre guerras.

Personaje 1: ¿Qué quieres que te diga? No lo sé, estoy nervioso.
Personaje 2: Esperaba algo más..., pero supongo que nada es como esprabamos, que nada permanece tan perfecto como en nuestra imaginación.

p1: Cuando recibí tu llamada..., empecé a sentirme mal del estomago, un nudo,...
p2: Yo creo que tengo un agujero del tamaño de plutón en mi estomago, de todo el ácido que ha segregado mi estomago.

p1: Ójala pudiera tomar la iniciativa, pero el escritor no me ha dejado, ha dicho que tengo que ser el desequilibrado mental que soy...
p2: No pasa nada, a mi me ha obligado a llevar el tema de la conversación.

p1: No valgo para tomar iniciativas, soy torpe a la hora de la verdad, jamás sé lo que tengo que decir en estos momentos.
p2: Yo creí que serias mejor, tenias tanta planta, me tratabas tan bien...

p1: No sirvo, no hablemos más de esto, me siento mal, me siento un fracasado, me siento tan mal que no necesito que me estés reprochando tantas cosas. Yo te quiero, más de lo que he querido a nadie en mi vida, lo he dado todo por ti, y ahora...
p2: ¿Qué haces? ¿Por qué tomas la iniciativa? Si se entera el escritor desaparecerás, morirás en un accidente de trafico, caerás de un ascensor, tendrás una enfermedad irreversible, morirás...

p1: ¿Y qué? ¿No te gustaría que ocurriera algo así?, ¿Que yo desapareciera para siempre?
p2: No, creo que te sigo queriendo...

Los personajes se quedan en silencio mientras la luz se va a negro, todo permanece en espera hasta que la luz se paga.

FIN

domingo, septiembre 19, 2004

beloved woman - Papa M

beloved woman of my mind
the rose of many men
in your strength i find
the will to rise again

my horse has long since died
my fever kicking in
and i long to ride
through the grass again

beloved woman of my mind
the rose of many men
in your strength i find
the will to rise again

though my horse has died
my fever kicking in
i know taht i will ride
trough the grass again

sábado, septiembre 11, 2004

John and John



miércoles, septiembre 08, 2004

La vida secreta de Kitty Wu

Comentario al post: Sueño nº5
colgado: miércoles, junio 23, 2004

A Kitty Wu le gusta imaginar que es una cámara fotográfica, y que así puede inmortalizar cada instante irrepetible de la vida. Le gusta descubrir figuras en las nubes y observar los rayos del sol colándose entre las nubes del atardecer mientras viaja por la costa, The Cure sonando en la radio... También le gusta escuchar el murmullo de las olas rompiendo contra los acantilados, observar las manos del pianista flotar sobre el teclado, la complicidad del silencio durante un paseo. Pero sobre todo, le gusta quedarse en la cama los domingos por la mañana, soñando despierta. Sueña que un día encuentra a su príncipe azul, y que la abraza tan fuerte que ya jamás podrán separarse. Sueña que viajan juntos a lugares remotos en los que la Naturaleza es reina y señora, y el paisaje es tan especacular que te encoge el alma. Sueña que besa sus labios, su cuello, sus ojos; que acaricia su cuerpo con sus dedos, que siente sus manos acariciando el suyo...
Pero Kitty Wu no es feliz. Está triste. Ser una soñadora nunca fue bueno, porque la sensación que provocan las ilusiones frustradas es tan amarga que va consumiendo su vida por dentro. Así es como aprendió a refugiarse del mundo en su cabeza, a guardar las lágrimas no derramadas y las palabras nunca pronunciadas en una cajita pegada a su corazón, bien escondida para que nadie la pueda encontrar jamás.

Anónimo.

Animaros a mandar comentarios.

miércoles, septiembre 01, 2004

Los fantasmas que dibujaste en mi espalda

No sabes lo duro que me resultó volverte a oler. De todas las colonias que había en el mostrador probé la que usas tu. Al principio no lo reconocía, pero cuando paso un tiempo y me olí la mano, te vi. Vi tu cuello, me vi a mi besándote, apartándote esos pelos que se te caían del flequillo.
Nos vi abrazados por la noche, sin poder separarme de ti.
Enseguida me quitaba la mano de la nariz, para de olerlo, buscaba un sitio donde no pudiera olerte. Detrás de la espalda, lejos de mi, detrás de las rodillas,... y seguía oliéndote, a mi lado, junto a mi, tan cerca..., te veía aquí, mirándome tímida, poniendo esos ojos, mordiéndote el labio con media sonrisa.
Y no sabía donde esconderme, no había sitios para huir, y seguía oliéndote a mi lado, con esa música sonando, cuando yo me sentía grande, justo antes de mi autodestrucción, justo antes de volver a ser yo mismo, justo después de olerte.